a Habitación impresionante
b Desayuno delicioso
c Experiencia en un castillo

a Escaleras ruidosas
b Falta de insonorización

Recomendado para los que buscan encanto histórico

La experiencia de cenar en un comedor grande fue única, lleno de buenos momentos. Además, el trato del personal fue excepcional, siempre atentos a lo que necesitábamos.

No fue barato, pero aún así era aceptable.

Es un lugar encantador con habitaciones únicas en un castillo, decoradas con un estilo especial y restaurante de alta calidad, perfecto para disfrutar de una cena exquisita con atención excepcional. además, la parking es fácil de encontrar.

Desayuno con productos locales ricos.

Qué maravilla de lugar! La comida en la barra del bar es fantástica. disfrutamos de unos vinos muy buenos y el menú es una delicia a buen precio. La habitación era amplia y cómoda, ideal para descansar después de un día explorando. Además, el trato del personal fue excepcional, siempre atentos a todo.

Sin embargo, los suelos de madera son algo ruidosos y la habitación carecía de espacio de almacenamiento. La escalera para acceder a la habitación era oscura y no estaba bien iluminada. Además, el menú del restaurante en código QR fue un poco complicado. un menú de papel habría sido más fácil de entender.

Reseña exprés para los que van con prisa

El hotel es un lugar mágico con habitaciones encantadoras a dos niveles y un desayuno de ensueño, zumo natural y deliciosas tostadas. Sin embargo, las escaleras pueden resultar incómodas, especialmente para personas mayores. En general, la experiencia fue muy agradable.

Hotel encantador con un bar y restaurante de buena calidad, además de tener un bonito jardín con terraza. Agrada la atención del personal y la originalidad de su atmósfera.

El único problema es que las escaleras parecen diseñadas por un ninja a la hora de bajar.

El lugar era mágico. el desayuno con zumo fresco y tostadas de tomate era un verdadero deleite. Los jardines son perfectos para relajarse y la limpieza en la habitación era impecable.

La escalera para acceder al dormitorio puede resultar un poco incómoda. y la iluminación en las ventanas podría mejorarse.

La ubicación es excelente y el encanto histórico del lugar es único. La comida, especialmente las galletas, fue deliciosa. Sin embargo, la iluminación en las habitaciones es escasa y el servicio de cena dejó mucho que desear, especialmente con el precio de las tostas de jamón, que no se justificaba. noté que el aparcamiento puede ser un poco complicado a ciertas horas.

La habitación era increíble, con una pequeña salita y un baño muy cómodo. El desayuno incluía zumo natural y tostadas deliciosas. El ambiente del lugar es totalmente encantador y las instalaciones son modernas. Me gustó mucho la comida en el bar, especialmente los vinos.

Además, disfruté de un rato en la terraza tomando el sol y también recorrí los jardines, que son muy relajantes. Lo único que podría mejorarse es la iluminación de la habitación, pero en general fue una experiencia maravillosa. 🌻

El Castillo de Pilas Bonas me sorprendió gratamente. La habitación que tuvimos era increíble, dividida en dos pisos, perfecta para descansar. El baño, aunque en la planta inferior, era cómodo y bien equipado. El ambiente era encantador. El desayuno realmente destacó, con zumo de naranja natural y tostadas con tomate, jamón y aceite deliciosas. Una experiencia de desayuno muy agradable. Sin embargo, noté que el aparcamiento, aunque disponible, puede complicarse un poco a ciertas horas. La limpieza de la habitación no fue del todo óptima, ya que encontramos algunos restos del huésped anterior en el armario. Además, la escalera que lleva al dormitorio puede resultar algo incómoda, especialmente para personas mayores o con niños. En general, los detalles bonitos y la comida merecen mencionar, pero el mantenimiento y la limpieza podrían mejorarse.

El desayuno muy bueno y la ubicación genial, pero el baño en la parte baja incomoda.

Una experiencia de lujo en un castillo

La habitación era un sueño, con dos pisos y todo súper limpio. El desayuno con zumo natural y tostadas de tomate estaba de rechupete. El único problema fue que el aparcamiento a veces se complicaba un poco. Pero todo lo demás, genial. Me encantó el ambiente del lugar y la comida en el restaurante, muy rica.

Dormir en un castillo tiene su propio encanto, con habitaciones a dos niveles que incluyen un saloncito separado y una decoración que evoca la historia del lugar. La experiencia de cenar en el patio sumado a las tapas ricas en el bar realmente añaden un toque especial a la estancia.

Sin embargo, el acceso a las habitaciones puede ser incómodo, especialmente con escaleras inestables y el baño en la planta baja, que puede resultar engorroso. Además, noté que el grifo de la ducha daba calambres, y en general, el mantenimiento podría ser mejor. la falta de agua caliente durante horas de mucho trabajo en la cocina puede ser frustrante, y el sofá cama no era muy cómodo.